"Deambular por las calles de París... es un raro placer que sirve como degustativo
de recuerdos. Solamente quienes saben perder el tiempo por las calles parisienses son capaces de saborear sus aspectos insólitos; y, en ocasiones, sorprendentes."
de recuerdos. Solamente quienes saben perder el tiempo por las calles parisienses son capaces de saborear sus aspectos insólitos; y, en ocasiones, sorprendentes."
José María de Areilza
Grand Palais |
He vuelto a París, después de algunos años, y he vuelto a mirarla como si no hubiera pasado el tiempo, sigue teniendo el mismo encanto elegante, majestuoso, bohemio y chic que consigue hechizar al visitante.
He vuelto en esta ocasión, con mis amigos, para pasar el Fin de Año en París, y con la intención de hacer caso a lo que dice J.M.Areilza en su artículo, deambular por sus calles..., callejear, saborear.. sorprenderme y dejarme llevar por el luminoso ambiente navideño de París.
Paseando por París me viene siempre a la cabeza la famosa frase atribuida a Enrique IV de "Paris vaut bien une messe" (París bien vale una misa), y desde luego que lo vale!! Aunque también hay algunas frases célebres "París era una fiesta" del libro de Ernest Hemingway o "siempre nos quedará París.." de Casablanca que me recuerdan el por qué vuelvo con la misma ilusión que la primera vez. Será porque "La ciudad de la Luz" consigue deslumbrar al visitante, enamorarlo y que de alguna manera justifiquemos cualquier esfuerzo que se haga para conocerla.
El Grand Palais visto desde el Puente Alejandro III |
Un fin de semana en París da para mucho, se pueden visitar los monumentos más icónicos de la ciudad como la Torre Eiffel, el Arco de Triunfo, los Campos Elíseos, Notre Dame, la Saint Chapelle, Museo Louvre y d'Orsay, pasear por Montmartre con el Sacré-Coeur, por le Marais, por el Barrio Latino, etc.... pero también puedes optar por callejear sin prisas, mirar, saborear y dejarse envolver por el palpitar de la ciudad, para descubrir que cualquier rincón del centro de la ciudad tiene su encanto, mirar y observar a los parisinos en las terrazas, con sus diminutas mesas, leyendo la prensa tranquilamente con su café, mientras las hordas de turistas pasan por delante sacando fotos de todo es un verdadero placer, así es París, una ciudad vibrante que sigue adelante a pesar de ser una de las ciudades más visitadas de todo el mundo.
Nuestra propuesta de Fin de Año en París, es un recorrido fotográfico por algunos de los lugares que nos han gustado y otros que teníamos muchas ganas de conocer, también por supuesto, siendo Navidad, recorrer las calles más iluminadas, contemplar el famoso árbol de Navidad de las Galerías Lafayette y por último, disfrutar del impresionante espectaculo de luz y color que montan para despedir el año en el Arco de Triunfo-Campos Elíseos.
Petit Palais Museo de las Bellas Artes |
Inicio del Puente Alexandre III con la la explanada de Los Inválidos y la Torre Eiffel al fondo |
The Hoxton Hotel |
Una de las primeras excusas para hacer una parada y descubrir un sitio muy "in", que habíamos visto por Internet, fue para tomarnos unos cafés & croissants en el hotel The Hoxton. El hotel está en un edificio del siglo XVIII que ha tenido diferentes vidas a lo largo de su historia, situado en el segundo distrito de París, que han sabido rehabilitar con mucho gusto y que se ha convertido en uno de los rincones favoritos de revistas y por supuesto de los Instagramers.
Nada más entrar nos encontramos con el lobby del hotel emplazado en una gran estancia con grandes cristaleras frontales y también en la cubierta del techo, todo volcado al patio central y presidido por una preciosa escalera de caracol que resalta el espacio.
Un hotel muy bonito que se puede disfrutar, no sólo de sus habitaciones, sino también del restaurante o de la cafetería.
Un hotel muy bonito que se puede disfrutar, no sólo de sus habitaciones, sino también del restaurante o de la cafetería.
Disfrutando el momento |
Bares y terrazas |
Cualquier mirada a nuestro alrededor nos descubre encantadoras terrazas decoradas de navidad. Así que la primera mañana nos dedicamos a pasear, sobre todo porque por la huelga de transportes, nos obligaba a tomarnos el viaje con mucha más calma.
Después de disfrutar de una mañana soleada callejeando, buscamos el restaurante donde habíamos reservado para comer, el famoso restaurante que aparece en varias películas y que, por su encanto y autenticidad, teníamos muchas ganas de conocer. Es Le Grand Colbert, hicimos la reserva con un mes de antelación y tuvimos la suerte de que nos colocaran en la mesa donde se han rodado muchas escenas de película.
Después de disfrutar de una mañana soleada callejeando, buscamos el restaurante donde habíamos reservado para comer, el famoso restaurante que aparece en varias películas y que, por su encanto y autenticidad, teníamos muchas ganas de conocer. Es Le Grand Colbert, hicimos la reserva con un mes de antelación y tuvimos la suerte de que nos colocaran en la mesa donde se han rodado muchas escenas de película.
El restaurante "Le Grand Colbert" en la Rue Vivienne en el II distrito de París muy cerca del Palacio de la Bolsa |
El interior del restaurante "Le Grand Colbert" |
"Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho..? |
Diane Keaton y Keanu Reeves en "Cuando menos te lo esperas" |
Ambiente del restaurante a la hora de la comida |
Una foto para el recuerdo que nos hizo la pareja de australianos que teníamos al lado. Os cuento una curiosidad, habían viajado tres veces a europa y las tres a París, les había conquistado ;-) |
Un pasarela transparente sobresale de uno de los pasillos para que podamos contemplar mejor el Árbol y los adornos, las abejas colgantes y las flores, toda una explosión de fantasía multicolor. |
Un paseo por las calles de Montmartre al anochecer para despedir el día y volver al apartamento en el Boulevard de Clichy |
Moulin Rouge |
Le Moulin de la Galette |
Fachadas de Montmartre |
Basílica del Sacré Coeur |
El último día del año 2019 nos recibió con un sol espléndido y aunque frío, como es normal en diciembre en París, pero pudimos disfrutar de las terrazas, de sus mercadillos al aire libre, de su ambiente festivo y de como leí en una revista : "El alma de París no solo se encuentra en sus puentes, el Louvre o los bouquinistes que venden revistas y libros viejos a la orilla del Sena. También está en el aroma de los perfumes que entran y salen de las tiendas... el "je ne sais quoi" francés están aquí"
Como tan bien expresó Julio Cortázar cuando hablaba de su tiempo vivido en París y de lo que disfrutaba paseando, mirando y observando la vida a su alrededor: "Caminar por París.... es un pequeño corazón latiendo poco a poco.."
Avenue Montaigne un paseo de "lujo" por París |
Desde luego es todo un lujo no tener presión al viajar, poder disfrutar encontrando rincones, como el de la foto, entre las grandes porterías, pequeñas y grandes tiendas, artesanos, tiendas de quesos, pequeños mercados a pie de calle, la boulangerie donde hacer cola para comprar una baguette mientras observamos a los parisinos pellizcando el pan mientras ojean el periódico... oh là là!! C'est Paris!!
Hemos disfrutado porque no sentíamos la presión de tener que ver los monumentos más emblemáticos y hacer las largas colas. Así que, nos dejamos llevar por los grandes bulevares y explanadas, mirando edificios y monumentos, disfrutando como niños del mercadillo navideño y su pista de hielo, paseando por los Jardines de Marte y el ambiente cosmopolita de Trocadero al atardecer, lleno de vendedores ambulantes, turistas, jóvenes haciendo skate y pequeñas bandas de música callejeras.
Nos hicimos las fotos para el recuerdo de nuestra despedida del año y nos dirigimos a cenar al apartamento para poder salir a disfrutar de la espectacular fiesta de fin de año en los Campos Elíseos.
El mercadillo y la pista de hielo son unas de las atracciones navideñas que hacen las delicias de pequeños y grandes |
La Torre Eiffel |
Desde la Plaza de Trocadero |
La gran explanada de los Campos Elíseos se fue llenando poco a poco, pero es tan grande!! que en ningún momento nos encontramos agobiados. Hay varias entradas por las cuales se puede pasar, con un control policial de bolsos y mochilas para nuestra seguridad, y empiezan los controles desde cuatro horas antes del inicio del espectáculo. Nosotros llegamos una hora antes y pudimos situarnos muy bien. Habían pantallas a un lado y al otro para que no perdiéramos detalle.
Una despedida del año inolvidable, disfrutamos de un espectáculo lleno de luz, color, música y fuego, para recomendar no perdéroslo.